Yo toqué en la Batuta...

...y me aplaudieron a rabiar cuando entré al escenario.


Sí. Yo, un pobre pelagato, desafinado para cantar, un tipo que se dice bajista y no sabe slappear, un sujeto que tuvo que aprender a tocar bajo otra vez pq se lesionó y perdió toda la soltura que tenía; ese mismo yo que es todas esas cosas, tocó ayer en la Batuta.

Como dijo mi padre, respiré el mismo aire que tantos consagrados. Sentí el mismo recibimiento que los consagrados al momento de ingresar a un escenario. Compartí en tres minutos los momentos más felices de mi vida artística con mi gran familia, dicen que a la familia uno no la elige y por la forma en que conocí al resto de Mister Té, parece que esa descripción es la que mejor calza. Quien dice que la felicidad se mide en trocitos, vaya que razón tiene. En casi tres minutos de trocitos.

Sentir que te quieren, ver a tu círculo, tu gente apladiéndote, interpretar en un escenario tan lleno de energía. CREER. Estar en el camarín de la batuta, que un músico "famoso" como Quique Neira toque tu guitarra y cante contigo las armonías de This Boy, tener a "tu" hermano chico como el mati tocando beatles, tener a "tus" otros hermanos como el lalo y el diego ahí contigo, tus amigos, tus viejos. Todo es demasiado para tan poco espacio de blog.

Creo que hoy puedo decir que tengo una anécdota para mis futuros hijos, y si no tengo hijos, será para mis sobrinos y si no tengo sobrinos, será para cualquier pendejo que cruce la calle y me pregunte la hora:



"Mira, quizás no te puedo enseñar a encumbrar volantines, pero sabes qué? yo fui famoso por tres minutos y fui músico por tres horas, y sabes qué? Es lo mejor del universo niñito, te lo recomiendo."