la Feria...no tan verdadera

¿Habrá algo menos innovador que las ferias artesanales?

Veamos.

Eres un pequeño infante, sales con tus padres porque no tienes edad de salir solo en la playa. ¿Con qué te encuentras? Entras y ves los cueros para las muñecas, las trenzas bahianas, las bromas, los stickers, las chapitas y tu alucinas con tanta información visual, lo quieres todo, lo quieres ya!! No acabas de ver todo eso, cuando aparece la invitación gastronómica. La manzana confitada y el algodón. Lo más nocivo en términos dietéticos, pero nada importa; si estás en la playa estás de vacaciones, si estás de vacaciones no importa comer un poquito más desordenado. Te vas con la sensación de estar frente a un mundo nuevo, atractivo y que te sorprenderá en tu próxima visita. (Que probablemente sea todos los días de ese año y el próximo año también)

Lo que tú no sabes pequeño amigo, es que el tiempo corre sin piedad y en los años venideros empezarás a crecer, ¡sí! Los paseos ya no serán con tus padres. Ahora eres lo que las tías antiguas llamaban un mini lolo (gracias a Dios nunca tuve una tía que me dijera eso, sino me habría acriminado) y ahora sales solo con tus amiguitos. Tu panorama, sin duda, parte por la feria artesanal que tanto te cautivó en años anteriores.

Ahora ingresas y ¿qué ves? Ohh, cueros “sí, OK, me compré cueros el año pasado, pero al entrar al colegio me hicieron sacarlos, mejor me gasto la plata en otra cosa”, ahora las trenzas bahianas te parecen un tanto ridículas y las bromas te empiezan a parecer bastante agradables de hacer, pero no tienes la luca que te piden para adquirirlas. ¡Las chapitas! “Ahora soy hardcore y me compro una chapita de Tronic”. Los más osados llevarán al ché, pero sólo porque es un retrato visualmente impresionante, no creo que conozcan a don Ernesto. Para qué hablar de Bob Marley y Jim Morrison…(¿ese cantaba o no?) o John Lennon! (¿ese es el mismo que sale con corbatita y corte de príncipe valiente?)

En resumen, la oferta es la misma y lo que varía, la demanda.

Ahora ya eres un adolescente/adulto. Vas a la feria porque forma parte de tu salida. De ahí supongo que te irás a un carrete a la playa y tomarás hasta la muerte, de otra forma no lo puedes pasar bien. Ahora la feria es simplemente el lugar de encuentro. Ahora observas.

Los padres que llevan a sus hijos. El algodón y la manzana confitada (“cómo pueden comer eso”), las chapitas de tronic (“Naa, mi grupo suena igual a Tronic y llevo dos meses tocando”). Finalmente descubriste nunca usaste las chapitas.

Ahh…el joven/adulto/alternativo hojeando libros, lo único que desea es que llegue alguien de su colegio/universidad y lo vea hojeando libros para que crea que realmente su vida sí tiene un trasfondo. Mira, ahora tienes al niñito Lo O ser. En realidad si lo lees como “luser”, le estás dando una connotación de importancia. Un “luser” es un tipo alternativo, que elige ser perdedor como una forma de ridiculizar a aquellos populares que no tienen una base potente en términos culturales, que se viste con lentes de Weezer y le encanta hacerse el estúpido para reirse de aquellos que se las dan de intelectuales. No, este niñito que tú estás mirando es un LO O SER, es un verdadero perdedor, él no lo ha elegido, la vida lo ha golpeado dándole como única alternativa ir a un lugar que no evoluciona y que tiene que salir con sus padres porque no tiene un grupo de amigos. Él no va a “juntarse” a la feria artesanal, él va a “dar una vuelta” ¡NOO!! Tú no quieres ser eso!! Lo reniegas y te irritas.

Claro, tampoco eres el popular. Y de esos hay tantos. Los que llegan después de la playa bronceados y con haaaaarto perfume, esperando a la niñita igualmente bronceada y por supuesto con una formación oseo-muscular alucinante.

Sigues mirando. Ahora tienes a los sujetos que anhelan parecer delincuentes. Parca ancha, cintillo en la cabeza, pantalones a medio culo. Una poesía en movimiento. ¿Reggaeton? Por supuesto. Si tienen auto, probablemente la radio estará a todo lo que da, a fin de que tú no puedas escuchar nada en el interior, pero toda la gente en la feria artesanal sepa que llegaron. Si no tienen auto, la radio estará en sus hombros. Naa, tampoco quieres ser de esos.

Ya ni siquiera sabes de pokemones y pelolais, encuentras lo suficientemente estúpida la connotación como para además darle la importancia de reconocerlos.

Sólo ves a tu alrededor un lugar que te sabes de memoria. Ves que año tras año te encontrarás con lo mismo, los mismos puestos, los mismos grupos de personas, las mismas situaciones y tú…bueno, tú ya no te preguntas si te gustan o no. Tu vas a las ferias artesanales porque ahí están, porque son tan sinónimo de vacaciones como los helados a media mañana, la playa y el bronceado.