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Lemon-BcCardi debaten acerca del calentamiento global

martes, 11 de diciembre de 2007

- Lemon : "...Es por el calentamiento global... ..."
- BcCardi: "...(silencio de milésimas tratando de entender)...claro"
- Lemon: "onda talleno de globos calientes.... por la guerra fria, tonces termnió la guerra fria y llegó el calentamiento global..."
- BcCardi(intentado descifrar la tesis): "Ok ok, te sigo..."
- Lemon:(interrumpe) "...es como en chile laconcertación, con lagos weather y tal..."
- BcCardi (contra-interrumpe) "lagos weather pos wn, ahí ta la explicación al calentamiento global, tanto calor y tanto frío!!
..."

- Lemon: "sin duda.."
- BcCardi "igual es cuático tener en Chile un wn tan potente como el Lagos Weahter y pa q cachí como tamos en CHile wn, un wn así de potente dejamos que renuncie y traemos otro vocero...no si tamos cagaos. Menos mal que la guerra fría ya terminó"
- Lemon: "si weon pero el loco que llegó vien de alemania igual...no es menor..."
- BcCardi (silencio reflexivo) "..."
- Lemon: "de alemania es el vidal no ? del bayer levercusen..."
- Ambos (interrumpe) "y si es bayer ....es bueno..."

Carruajes Emocionales

martes, 4 de diciembre de 2007




Imagino mi vida como un carruaje que es llevado por caballos de la emoción, de la realidad y del intelecto.

Cuando el carruaje anda mal, es porque alguno de estos caballos está cojo, porque alguno de los animales está llevando menos carga o porque simplemente dejó de cabalgar.

Emocionalmente estoy mejor que nunca, me siento pleno. Cada día ocurren cosas que me reafirman que yo estoy ascendiendo hasta llegar a sobrepasar límites insospechados. Intelectualmente estoy ávido de consumir ideas nuevas, disfruto el influjo de personajes que hagan despertar en mí el deseo de ver más allá de lo que he visto hasta ahora.

Lo anterior me haría tener una canasta completa de no ser por el tercer maldito caballo de la realidad.

Esta realidad tangible que me tiene “ocupado” desde las nueve hasta las seis es la que me está matando progresivamente, con mucho riesgo de quedar botado en el camino sin posibilidad de regreso. Escribo “ocupado” porque la gente a la cual estoy enfrentado día a día está sacando un trozo de Rodrigo y se lo está llevando a sus casas, me está reduciendo hasta quedar exprimido sin oponer yo ningún tipo de resistencia más que mi malestar endémico.

Aquí es donde ilumino mi inconsciente, donde mi realidad se empieza a construir en base a mis sueños, en base a mis deseos reprimidos. Un solo cerrar de ojos y ya siento como esta realidad que me rodea comienza a cambiar.

Lo estoy rompiendo todo, arrojo las máquinas inservibles por la cabeza de estos entes inocentes que chocan en mi vida. ¡Ja! ¿Inocentes he dicho? Malditos simios que no tienen ni una pizca de amor por la persona que pasa horas intentando poner algo de conocimiento en sus lastimeras vidas, legos de la sociedad que no comprenden que cuando una persona habla, la otra persona debiera escuchar para que se efectúe el proceso de la comunicación. Ustedes no son inocentes, no son más que residuos de una pesadilla.

Ahora voy por ustedes responsables de esta experiencia. “Genios” modernos, sanguijuelas sedientas de poder y aplausos, disfrazadas de beneficiarios sociales, que reducen a su mínima expresión a aquellos que les permiten obtener lo que desean. Mi mente está transportándome hacia lugares inexplorados.

Los tengo al frente, les manifiesto paso a paso mi odio y abulia por su estúpida actividad. Les hago saber que son ellos mismos quienes han creado este monstruo silencioso. Un febril deseo me posee mientras explico que me están sumiendo en un mar de estancamiento y mi voz empezó a aumentar su intensidad, de mi boca dejarán de salir palabras de buena crianza para expeler insultos, maldigo a todo aquel que ose dirigir sus ojos hacia mí mientras mis manos toman bajo su control todo aquello que se pueda destrozar. Casi puedo sentir su olor a desesperación mientras yo me encumbro como vengador de mi propia integridad.

El trabajo está hecho, tras de mi se vislumbra el edificio sumido en llamas cual tortuga despojada de su caparazón. Camino sereno a mi encuentro con el carruaje que ahora anda derecho, sin caballos cojos.